“Cuando naces en un mundo que no encajas, es porque has nacido para ayudar a crear uno nuevo” Anónimo
Como profesora de niñas y niños con Asperger empezaré diciendo que es una de mis mejores experiencias y que día a día he superado barreras que parecían imposibles de superar.
La definición breve del síndrome de Asperger sería algo así: es una perturbación neurológica de la familia de espectro autista que afecta de 3 a 7 niñ@s de cada 1000, el autismo afecta a la manera en la que una persona interpreta el idioma y la forma de comunicarse. De manera general conduce una dificultad para la interacción social, repetición de conductas y torpeza de las personas que lo sufren.
Escribo sobre el Síndrome de Asperger para intentar transmitir mi experiencia con ell@s y la importancia que tiene entenderl@s, conseguir que salgan adelante y no se queden en el camino.
Los síntomas no son siempre iguales, por lo que en algunos casos es difícil llegar al diagnóstico, pero identificar determinadas conductas pueden ayudar a reconocerlo. Aquí os dejo 7 puntos basados en mi experiencia:
1 Falta de empatía
En estos niños y niñas es bastante frecuente la aparente falta de empatía hacia los demás y el mundo que les rodea, la sensación es de que viven en su propio mundo, donde se encuentran cómodos, y que no son capaces de reconocer las necesidades o sentimientos de los demás.
En mi experiencia como profesora, reconozco que esto es así, son niñ@s que necesitan un lenguaje diferente, no entienden las ironías, el sarcasmo o el doble sentido, su mundo es literal. Sería necesario dedicarles más tiempo, un tiempo que normalmente no tenemos, y así poder explicarles las cosas de manera diferente.
2 Dificil comprensión de los convencionalismos sociales
Las señales sociales son difíciles de interpretar para ellos, no entienden esperar turno, levantar la mano para hablar o mantener una conversación suficientemente larga o coherente. Esto se convierte en un problema para tod@s, se piensa que son niñ@s ineducados y generalmente suelen ser apartados.
Mi experiencia es que con paciencia, empatía y tiempo los resultados a largo plazo son muy buenos. Somos nosotr@s los que debemos adaptarnos a ell@s para poder conseguir algún objetivo.
3 Hipersensibilidad a los estímulos externos
Generalmente son también hipersensibles a estímulos externos, luces , sonidos o incluso texturas. Hay momentos en los que por estos motivos no pueden seguir una clase como los demás. Yo les permito que busquen su espacio personal, meterse debajo de una mesa, taparse los oídos o tener algún objeto en la mano que les permita relajarse.
4 La habilidad motriz no es buena
Para estos niñ@s abrocharse los botones, vestirse, correr, coger una pelota o cualquier deporte donde se requiera habilidad es un muro. Debemos ayudarles y animarles a conseguir pequeños retos diarios y dedicarles unos minutos más que a l@s demás.
5 Movimientos estereotipados
Estos son movimientos repetitivos y rítmicos que les ayuda a reducir su ansiedad, normalmente provocado por algún cambio en su entorno que no son capaces de gestionar. No debemos corregir esta actitud, en esos momentos mi comportamiento hacia ell@s es intentar saber el origen del problema para tratar de solucionarlo. Muchas veces con tan sólo dejarles un pequeño objeto en las manos es suficiente para calmarlos. Cada niñ@ tendrá su manera de hacerlo, la observación es clave.
6 Suelen ser especialistas en temas concretos
Normalmente se apasionan por temas determinados sobre los que investigan y profundizan incluso de manera obsesiva. Debemos entender que se sienten cómodos y seguros investigando, esto es porque suelen tener miedo a lo desconocido. Debemos dejarles hablar sobre ello e incluso que nos ayuden a dar una clase, pues eso les hace coger confianza y mejorar en sus relaciones sociales. Es una manera muy buena de integrarlos en el grupo.
7 Baja tolerancia a los cambios
La rutina es un gran aliado para ell@s, cualquier cambio les desestabiliza, su rutina debe estar perfectamente pautada. Si vamos a cambiar algo debemos explicarles con tiempo las cosas diferentes que van a suceder para que puedan regular, gestionar y asumir los cambios y no sufran ningún problema emocional.
Estos pequeños consejos están basados en mi experiencia en el aula, debemos saber que cada caso es diferente y asumir ese reto, conseguir pequeñas mejoras que harán el día a día más fácil.
Al trabajar con niñ@s diagnosticados con síndrome de Asperger he comprendido que existen muchos tipos de mundos, el de ellos es uno más y sin duda, el mundo Asperger es uno de mis favoritos 🙂
