El juego siempre ha sido el gran facilitador del aprendizaje que nos ha acompañado a lo largo de nuestra vida, principalmente en nuestra infancia. Desde aprender matemáticas mientras montamos unos mercadillos increíbles, lengua cuando nos inventamos nuestras propias historias con peluches y hasta resolución de conflictos cuándo las normas no están muy claras o contamos con normas diferentes.

Actualmente las dinámicas de juego están cambiando y cada vez los videojuegos ocupan más tiempo en el día a día de nuestros niños y niñas. Por eso, en el curso 2020 – 2021 iniciamos desde VermisLAB una nueva aventura creando la actividad de GameMakers, enfocada al diseño y a la creación de videojuegos. Nuestro objetivo era, y es, que el alumnado sea capaz de ver más allá del puro entretenimiento, aprendiendo sobre las dinámicas y mecánicas que existen detrás de los videojuegos, reflexionando sobre los valores y la ética la hora de generar contenido y, sobre todo, que lo pasen genial programando, diseñando y creando 😀

La Game Jam de VermisLAB

En el post de hoy os queremos hablar sobre una actividad muy completa y que llevamos a cabo en GameMakers con una gran aceptación y mucho éxito, la realización de una Game Jam. Muchos/as os estaréis preguntando de qué estamos hablando exactamente. 

Una Game Jam consiste en una competición de desarrolladores/as de videojuegos en la que deben prototipar un videojuego en un corto espacio de tiempo en función de una temática preestablecida. En VermisLAB los niños/as cuentan con más o menos un mes y medio para realizarlo y la temática de este año es el Tardígrado. La valoración de los juegos la hacemos los/as profesores/as y el alumnado de los diferentes grupos que tenemos, por lo que es una actividad que involucra a toda la “familia” 😀

A la hora de llevar a cabo una Game Jam es importante que el alumnado tenga claro las fases del proceso y que las vaya desarrollando paso a paso. A continuación os contaremos detalladamente cuales son esas fases y que beneficios tiene para el alumnado/a:

  1. Hacemos los grupos de trabajo e iniciamos la fase más creativa del proceso. En un primer momento les dejamos un poco de tiempo para que puedan investigar sobre la temática, lo que les puede ayudar a la hora de generar ideas, ya que idear sería el paso siguiente. A continuación el equipo debe seleccionar aquella idea de videojuego que considere más factible y, por supuesto, más divertida. En esta primera parte del proceso trabajan mucho la comunicación lingüística, ya que tienen que ser capaces de expresar sus ideas y de mantener un diálogo constructivo.
  2. Creación del Game Design. Cuando ya han seleccionado una, o el conjunto de algunas de las ideas es el momento de desarrollarlas, de esquematizarlas, de que todo quede lo más claro posible antes de ponerse a programar y a diseñar. Deben de tener en cuenta los elementos que componen el juego, desde el concepto, las mecánicas, los niveles, los personajes… siendo muy conscientes del límite de tiempo del que disponen. En esta parte del proceso se trabaja mucho la creatividad y la imaginación, así como la capacidad de expresarse, pero esta vez a través de un videojuego.
  3. Organización y planificación del trabajo. Una vez que ya saben que es lo que quieren hacer llegó el momento de repartir tareas y realizar un cronograma con los plazos para llevarlas a cabo. En una Game Jam la organización del tiempo es muy importante. En este punto de la actividad, el alumnado desarrolla su capacidad de análisis, planificación, organización, gestión y toma de decisiones; contando siempre con el apoyo de los/as profesores/as.
  4. Desarrollo y creación del videojuego. Es la parte de la actividad que les llevará más tiempo, deberán diseñar personajes y escenas, así como programar cada una de las partes del videojuego. La capacidad de adaptación al cambio y la resolución de problemas será clave en este punto, cuando los plazos se acaban y la fecha de entrega está cada vez más cerca. Es apasionante ver cómo se ayudan entre compañeros/as, incluso a veces a los/as de otros equipos. El trabajo en equipo en una Game Jam puede ser la clave del éxito.

niños enseñando sus diplomas

Una vez que se entregan los videojuegos realizados ya solo queda jugarlos y valorarlos, dándose un feedback constructivo entre compañeros/as para poder seguir mejorando los juegos en el futuro. A través de este feedback se eligen a los equipos ganadores, terminando la actividad con una gran entrega de premios. 

Si bien es cierto que ganadores/as son todos/as, por ser capaces de llevar a cabo una Game Jam, aplicando todo lo que han aprendido durante el curso y sabiendo gestionar procesos que muchas veces hasta nos cuesta a los adultos.

¡Enhorabuena a los/as GameMakers!