La revolución socio-tecnológica que estamos viviendo está afectando a todos los aspectos de nuestra vida y, por supuesto, la educación es también uno de ellos. Las nuevas generaciones, aquellas que nacieron rodeadas de tecnologías y que las utilizan en su día a día desde la infancia, han modificado su forma de aprender y de pensar respecto a sus predecesores. Esto ha dado lugar a que surjan nuevas formas de entender la educación, donde las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son las principales protagonistas. Como consecuencia han aparecido nuevas metodologías aplicables en las aulas y recursos novedosos para atraer a dicho alumnado, que cada vez más parece estar alejándose de las metodologías tradicionales de enseñanza.
La programación es uno de esos recursos que nos puede abrir un abanico muy amplio de posibilidades para trabajar con nuestros/as alumnos/as. Nos ayuda a desarrollar en ellos/as capacidades, destrezas y competencias que les serán muy útiles en el futuro dentro de un ambiente que les resulta atractivo, cómodo y divertido.
Lo habitual es pensar que aprender a programar es útil en sí mismo por las excelentes posibilidades laborales que te puede brindar, pero saber programar va mucho más allá, dotando a las personas de habilidades para la vida. Como docente, cuando me tengo que introducir en el mundo de la programación lo primero que le enseño a mi alumnado es el concepto algoritmo, una serie de instrucciones que tenemos que seguir de forma adecuada para la consecución de un fin determinado. Es básico en la programación saber a dónde quieres llegar e ir paso a paso de forma clara y lógica para conseguirlo, algo que podemos fácilmente extrapolar a la consecución de cualquier objetivo en la vida. Durante las clases hay momentos muy divertidos cuando nos ponemos a resolver el algoritmo de hacer un bizcocho, lavarse los dientes o freír un huevo; algunos/as lo ponen en la sartén sin romper la cáscara antes :D. Así aprenden que hay que seguir un orden lógico para que las cosas salgan bien.
Podemos decir entonces que los beneficios son muchos más de los inicialmente pensados. A continuación comentamos algunos de ellos.
1. Desarrollo de la creatividad
La programación se fundamenta en la espiral del pensamiento creativo de Mitchel Resnick. El alumnado parte de su imaginación para crear un proyecto, bien sea un juego, una historia… A continuación jugará y disfrutará de su creación y orgulloso/a lo compartirá con sus compañeros/as, lo que le llevará a reflexionar sobre posibles cambios o modificaciones para mejorarlo. Así volverá al punto inicial donde la imaginación se convierte en algo con lo que poder interactuar.
2. Mejora la capacidad de resolución de problemas y desarrolla el pensamiento computacional
Programar es tomar decisiones, los/as niños/as se encuentran constantemente con problemas que deben resolver. A través de la programación aprenden a definir problemáticas u objetivos, a determinar las herramientas que tienen para solucionarlo o conseguirlo y a decidir la forma más adecuada de hacerlo, donde los algoritmos son la clave.
3. Fomenta la tolerancia a la frustración al mismo tiempo que mejora la autoestima y la confianza del alumnado
Al programar son muchos los errores que nos podemos encontrar y tenemos que ir resolviendo. A la larga esto les ayuda a entender que lograr sus objetivos requiere de tiempo y esfuerzo. Ver que finalmente lo logran les hace entender que todo el trabajo realizado merece la pena, mejorando su autoestima y confianza en sí mismos al verse capaces de lograrlo.
4. Fortalece la autonomía de los/as niños/as
Generalmente el software diseñado para iniciar a los/as niños/as en el mundo de la programación es muy intuitivo, permitiendo al niño/a experimentar en función de su curiosidad y de forma autónoma. Los/as niños/as tienen claro a dónde quieren llegar y una vez que entienden la herramienta les gusta ir probando las posibilidades que les brinda.
El avance tecnológico pone a disposición del docente muchas herramientas que resultan atractivas para el alumnado. Forma parte de nuestra labor ponerlas en práctica y sacarles el mayor partido posible para motivarlos y enseñarles a través de ellas. En el próximo post de “programación como recurso educativo” pondremos a vuestra disposición una serie de herramientas para acercar la programación a los niños/as a lo largo de las distintas etapas educativas.
Si quieres seguir profundizando sobre programación sigue leyendo en nuestro siguiente post.