Desde tiempos inmemoriales los seres humanos buscan la manera de hacer su vida más fácil y cómoda. Las diferentes invenciones como la rueda o las modernas máquinas industriales han contribuído a lo largo de la historia. Esta búsqueda de comodidad ha ido teniendo cada vez más posibilidades con el desarrollo de las diferentes tecnologías y, en último término, ese deseo ha impulsado el desarrollo de la robótica.
Es curioso y no todo el mundo lo sabe, pero el término “robot”, que fue acuñado en 1920 por el dramaturgo checo Karel Čapek y proviene de la palabra “roboti”, significa trabajo duro o servidumbre. Este significado viene de que las máquinas en las novelas de Čapek realizaban las tareas que el humano no quería realizar.
Aunque cuando nos hablan de robots nos viene a la cabeza RD2D, C3PO, BB8, Cortocircuito, WallE, o cualquier otro humanoide de la ciencia ficción, la definición de robot es por lo general un sistema electromecánico que tiene una función propia, es decir, que realiza automáticamente una tarea sin la intervención directa de nadie.
Con estos términos, puede parecer que esto de la robótica lleva entre nosotros cuatro días, pero desde tiempos antiguos los ingenieros y pensadores de la época discurrían maneras ingeniosas de realizar tareas automáticamente. Esto es muy importante porque este impulso por economizar esfuerzos es el que potenciaba la creatividad del momento y en nuestros días lo continúa haciendo.
El desarrollo de la robótica siempre estuvo ligado a la industria para el desarrollo de funciones que economizan los procesos, pero desde hace no mucho tiempo la robótica se implementa como recurso educativo.
La robótica, al igual que otras tecnologías, es una gran herramienta educativa que, usada adecuadamente, potencia capacidades de los alumnos como la matemática y la tecnológica, la capacidad de aprender a aprender, la capacidad en el tratamiento de la información digital o iniciativa personal.
Potencia también la creatividad de los niños y niñas y hace aumentar su curiosidad y ganas por crear y construir sus ideas o soluciones a los problemas que se enfrentan
La robótica como recurso didáctico no sólo les plantea retos técnicos sino que, orientado correctamente, les ayuda a mejorar el pensamiento lógico y deductivo, el trabajo en equipo y el análisis y resolución de problemas.
No se debe cometer el error de pensar que la robótica es la solución a todos los problemas y que sólo se pueden resolver usando tecnología
Como docentes hemos de tener la responsabilidad de guiar a las niñas y niños a encontrar las soluciones a los problemas a través de la manera más óptima, poniendo a la robótica y tecnología en general como un recurso y no como una solución en sí. Será más importante su capacidad de afrontar los retos y planificación de recursos que las tecnologías que puedan aprender.
De este modo, no debemos de perder nunca de vista que la robótica se basa en la búsqueda de soluciones a eventos que pueden ser optimizados con máquinas y que sobre todo produzcan una mejora de la sociedad en la que vivimos. Aunque todavía son pocos los programas educativos que contemplan la robótica desde esta perspectiva, cada vez vemos más casos de proyectos increíbles, desarrollados en las escuelas, que incorporan la robótica para el desarrollo de una solución a un problema real y no sólo como tecnología.
Si quieres seguir aprendiendo sobre robótica educativa sigue leyendo en nuestro siguiente post.