Cada vez se escucha hablar más de la importancia de la innovación en todos los ámbitos para poder tener éxito en el futuro, pero es común que muchas veces se entienda innovación de una manera errónea y nos lleve por un camino muy distinto, no siempre beneficioso o no orientado con nuestros principales objetivos. Parece que innovar es sólo hacer proyectos de robótica o similares, pero nosotros creemos que es algo mucho más profundo.
Primeramente, ¿qué es la innovación?
Hay muchas definiciones similares de innovación pero para este propósito nos vamos a quedar con la siguiente: “Innovación es un cambio que introduce novedades, y que se refiere a modificar elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o renovarlos”.
Podríamos decir por ejemplo que rediseñar un aula de manera que los alumnos/as estén más cómodos para realizar la actividad es una innovación.
Pero, ¿cómo llegamos a generar esa innovación?
Aquí es donde entra en juego la creatividad. A nosotros/as nos gusta definir la innovación como la puesta en marcha de las ideas generadas. Así pues la creatividad es la base de la innovación. Puede existir creatividad sin innovación, pero es muy difícil que exista innovación sin creatividad.
Llegamos ahora a una pregunta todavía más complicada, ¿qué es la creatividad?
Una de las definiciones que podemos encontrar define la creatividad como la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. Si navegamos un poco más podremos encontrar un montón de diferentes definiciones que nos permiten expresar lo mismo. Podríamos decir que hasta su definición puede ser creativa. Nuestra profesora experta en creatividad Carmela nos cuenta que: “La creatividad es ver algo donde nadie ve nada”.
Esa capacidad creativa la tenemos muy identificada a los niños y niñas que siempre están creando historias en su cabeza, sin embargo cuando preguntamos en grupos de adultos/as quién se considera creativo/a, aproximadamente el 5% de las personas levanta la mano. ¿A qué podemos achacar esto? ¿Es que sólo 5 personas de cada 100 son creativas? ¿Qué sucede para que así sea desde que somos niños/as hasta que nos convertimos en adultos/as?
Nosotros/as hemos identificado que existen ciertos factores que condicionan nuestra capacidad creativa y por ello nuestras posibilidades de innovar.
Factores clave para innovar:
- Confianza: debemos realizar actividades que refuercen la confianza del alumnado, nunca castigar lo diferente por el hecho de ser diferente. Pequeñas malas experiencias de no ser aceptadas ideas diferentes llevarán a que esa persona deje de exponer sus nuevas ideas y con ello deje de creer en si misma y ser creativa.
- Traballo en equipo: para que una idea funcione debe ser integrada en los equipos de trabajo, tanto a nivel alumnado, como a nivel profesorado. Debemos trabajar conjuntamente en su implementación y dar valor a todos los miembros del equipo con sus respectivas responsabilidades. Es tan importante la cabeza visible, el director o directora como el profesorado sustituto.
- Entorno favorable: debemos crear un entorno de trabajo favorable en el que se potencien las buenas noticias y nuevas propuestas.
- Pensamiento integrador y global: como educadores debemos mantener una visión global de las cosas importantes de cara al aprendizaje, sin estancarnos en detalles poco relevantes.
- Experimentación: aceptar el fallo como algo necesario dentro del aprendizaje. Transmitir que los errores son parte del proceso y que la experimentación sin error no existe. Si creamos una cultura de miedo al error, estaremos matando toda posible innovación.
- Optimismo: ser optimista cuando se quiere innovar es quizás la más importante de las actitudes. Nos encontramos diariamente con multitud de obstáculos que debemos superar y sin ese optimismo es casi imposible.
- Generación de empatía: trabajar la empatía entre los/as alumnos/as es muy importante, pero lo es más todavía entre los profesores y profesoras. Si no somos capaces de hacerlo entre nosotros no seremos capaces de enseñarlo.
Como profesores/as debemos tener en cuenta todos estos factores para tratar de crear una cultura innovadora dentro de nuestros centros. Es a partir de ahí cuando podremos realizar proyectos innovadores con nuestro alumnado, integrando todo tipo de nuevas tecnologías como la impresión 3D o la robótica, o simplemente haciendo un cambio en los horarios, diseño de actividades, organización, etc. ¿Cuál será tu próxima innovación? 😉