Retomamos el blog después de las vacaciones de Navidad con muchas ganas de trabajar y hacer proyectos que mejoren el mundo. Este enfoque es el que hacemos cuando nuestros alumnos comienzan a hacer un nuevo proyecto. Para la realización de estos proyectos, sin embargo, es necesario que los niños y niñas aprendan a trabajar en equipo cuanto antes para poder enfrentarse a tareas y retos cada vez más complicados.
Vivimos en una sociedad con un claro carácter individualista y que se traduce en el comportamiento del alumnado durante las clases. El “yo lo sé hacer mejor”, el “a mí me gusta así”, el “yo quiero ir solo” o el “pues no hago nada si es con él”, son algunas de las típicas frases que a principio de curso todo profesor o profesora se encuentra.
El reto de conseguir que las niñas y niños aprendan a colaborar y trabajar en equipo tiene finalmente muchas ventajas para ellos mismos, para el grupo y para el mismo profesor o profesora.
Efectos positivos del trabajo en equipo
A continuación exponemos algunos puntos de efecto positivo que creemos que el trabajo en equipo genera en el alumnado.
1.- Aumenta la sociabilización entre los alumnos mejorando sus capacidades sociales y organizativas.
2.- Mejora sus capacidades comunicativas y conocimiento al tener que ser capaces de transmitir sus ideas a los demás de manera continua.
3.- Potencia la empatía hacia los compañeros.
4.- Promueve el respeto, la ayuda y la inclusión.
5.- Crea sentido de pertenencia al grupo y responsabilidad respecto a la importancia de las acciones en su repercusión en el grupo.
6.- Logra crear grupos de ayuda en el que cada uno se especializa en una tarea específica mejorando a todos.
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Cómo conseguir que trabajen en equipo
Una vez establecidas algunas de las ventajas que supone trabajar en equipo, nos surge la pregunta, cómo podemos conseguirlo?
1.- Comenzar por retos sencillos de fácil participación grupal como puede ser el proyecto de rediseño de la propia aula con cosas que les gusten y en las que tengan que llegar a acuerdos.
2.-Utilizar herramientas diferentes para hacerlo más dinámico, como la gamificación o juegos de rol dentro de los equipos. Hacer el proyecto atractivo usando este tipo de herramientas o metodologías hará que cada vez los niños y niñas quieran realizar más proyectos grupales y aumentarán sus capacidades sociales y de colaboración.
3.- Crear equipos complementarios que generen sinergias y se ayuden mutuamente. En este tipo de equipos es más sencillo favorecer la colaboración, pues cada miembro del grupo adquiere un rol de manera más natural contribuyendo al proyecto global. Estos roles con el tiempo y la repetición de más y más proyectos colaborativos irán rotando y cada participante irá mejorando al ir adquiriendo capacidades de sus compañeros.
4.- Utilizar la tecnología como herramienta colaborativa. A menudo nos encontramos a más y más niños y niñas con el móvil o tablet apartados del mundo. Si logramos ofrecer herramientas tecnológicas que generen todo lo contrario habremos logrado un gran avance. Crear juegos o retos tecnológicos en los que la colaboración sea la clave para resolverlos generará cada vez mejores dinámicas de equipo.
Existen muchas más maneras de crear estas sinergias de trabajo en equipo. Como bien dice el dicho, “cada maestrillo tiene su librillo”. Lo que nos ha de quedar claro es que esta capacidad colaborativa será muy importante en el futuro de los chicos y chicas, y que cuanto antes las desarrollen tendrán muchas más ventajas y oportunidades.