Qué es el Big Data
En este nuevo mundo donde la información es el bien más preciado, la cantidad de la misma que se genera cada día es enorme. Antes la información relevante eran datos de fórmulas como la de la Coca-Cola, o las ganancias y cuentas de una empresa en concreto o su cotización en bolsa, pero todo esto ha cambiado. Ahora la información es otra, como por ejemplo qué tipo de productos nos gustan, qué famosos seguimos o qué tipo de ropa ponemos. Esa información que para nosotros es irrelevante, pues no nos interesa si el vecino pone unas bermudas azules en verano o se siente más cómodo con vaqueros y camisa, es el tipo de información que mueve el big data. El big data es, como su nombre indica, una cantidad muy grande de datos con respecto a un individuo o un grupo de individuos. Estos datos pueden ser estructurados o no, dado que lo que se busca es tener el mayor número de datos posible para que la información que se extraiga de ellos sea lo más fiable posible.
Aún no está establecido claramente el volumen de datos que se consideran big data dado que varía con el tiempo. Estos datos son complejos y desestructurados, difíciles de capturar y clasificar como en las bases de datos normales en las que tienes un nombre, un apellido y ciertas columnas de datos relacionados. La información que el big data maneja es de detalles pequeños, de muchos detalles que pueden ir desde el color de los banners de publicidad en los que clickas al tipo de música que escuchas o a qué vídeos de Youtube le das like.
Cómo y dónde se usa
El big data es un cúmulo de información y datos que no tienen sentido si no se analizan en referencia a una base de datos estructurada, en la cual se relacionarán ciertos datos que nos permitirán obtener respuestas a muchas preguntas de un individuo o de un colectivo. Estas preguntas las utilizan sobre todo las empresas, las cuales pueden predecir comportamientos de las multitudes con respecto a compras o servicios que demandan. Esto les permite anticiparse y ofrecerlos antes que la competencia o mejorar sus proyectos de marketing en función de aquello que llama más la atención de la gente.
Como hemos visto, estos datos se recopilan en todos los ámbitos de nuestra vida, desde cuando vamos de compras hasta cuando hacemos un viaje, dado que a las empresas de turismo les interesa saber qué te gusta o qué servicios necesitas para tratarte lo mejor posible. Tienen muchas formas de recopilar estos datos, sobre todo desde la implementación de la tecnología que usamos habitualmente como nuestros ordenadores y smartphones. Estos dispositivos están llenos de sensores que envían la información a servidores de big data en donde luego se trabajará con ellos. Todas nuestras búsquedas de internet, los links que abrimos, los likes que damos o los comentarios que respondemos, todo ello se guarda en servidores que luego analizarán y darán respuestas a las preguntas que las empresas se formulan.
No os asustéis, no es una teoría conspiratoria en la que nos vigilan para controlarnos, de hecho es en muchos casos beneficioso, dado que esos datos ayudan a que las empresas que nos rodean nos conozcan y sepan mejor qué necesitamos y no perder tiempo en encuestas o publicidad molesta que nos pone de mal humor.
Cómo se usaría en educación
Esta cantidad de datos se puede usar para un montón de cosas y, cómo no, en lo que a nosotros nos interesa, que es la educación. Hay multitud de proyectos abiertos para introducir el big data en la educación aunque como es una tecnología nueva aún hay que hacer más estudios para comprobar si su funcionamiento es favorable o no.
En muchas universidades ya se usa para conocer las razones del fracaso escolar a partir de datos como horarios de comida y comportamientos que se asimilan en la universidad por parte de los alumnos, así como revisando qué estudian más, cómo y cuándo lo estudian, etc.
Se plantean proyectos como monitorizar las aulas a modo de detectar expresiones en el alumnado o patrones de comportamiento que puedan resultar relevantes, toda esta información permitiría realizar una mejor configuración de la educación.
El big data en la educación prevé tener una serie de beneficios de cara a la personalización de la educación del/a alumno/a, de modo que tanto los/as profesores/as como el propio alumnado sea consciente y sepa en qué punto del aprendizaje está, dónde tiene puntos débiles que reforzar y cuáles son sus puntos fuertes que puede usar como herramientas. Entre estos beneficios tenemos:
-El aprendizaje personalizado, donde el/la alumno/a podrá ser evaluado/a en relación a su propio aprendizaje sin tener que depender de la evaluación de sus compañeros/as.
-Uso de diferentes metodologías para un/a mismo/a alumno/a, donde se podrá ver qué metodologías favorecen al alumno/a dependiendo de lo que está aprendiendo, es decir, que no es lo mismo estudiar para un examen de matemáticas que para uno de historia. Ahí es donde el big data definirá qué metodología es mejor aplicar en cada asignatura o en función del tipo de aprendizaje.
-El alumnado será partícipe de la educación desde el punto de vista del educador/a, dado que también tendrá acceso a la información que reporten los datos, de este modo sabrá en qué punto del aprendizaje está y recibirá feedback de forma inmediata con sus avances.
-Las tareas serán más efectivas, dado que combinando big data con inteligencia artificial, como vimos en nuestro post la inteligencia artificial en la educación, los ejercicios y cuestionarios que realizará el alumnado serán personalizados para reforzar sus puntos débiles y usar a su favor sus puntos fuertes.
Inconvenientes del Big Data
Como todas las tecnologías, tiene un montón de beneficios pero también inconvenientes, no podemos hacer un balance de cada uno de ellos dado que los inconvenientes derivados del big data son subjetivos a cada persona. El más hablado es el tema de la privacidad de nuestros datos, dado que todos estos datos conforman nuestra vida y nadie tiene por qué conocer esos aspectos; aunque para unos es un sacrificio que están dispuestos a asumir, otros se toman muy en serio el protegerlos. En esto la administración trabaja constantemente aplicando leyes que obliguen a las empresas captadoras de datos a informar al usuario de qué datos serán tomados y cuáles no y la posibilidad de elegir cuáles de ellos estamos dispuestos a ceder y cuáles queremos guardarnos para nosotros.
Otro inconveniente es la ciberseguridad, dado que estos datos son de mucha importancia son más propensos a ciberataques y necesitan que los servidores que los manejan estén trabajando constantemente en la mejora de los sistemas de seguridad que los protegen. Esto también tiene el problema del aumento de basura virtual que se acumula, entorpeciendo el tránsito de la información en internet, dado que estas cantidades de datos muchas veces contienen información que no se usa pero que se mueve y circula por la red.
El big data es una tecnología que está en el limbo entre el avance tecnológico y el control de la privacidad, aunque parece que puede traer más beneficios que los sacrificios que tengamos que hacer para ello. Seguirá habiendo quien lo vea como un avance y quien lo verá como una invasión a la información personal. Todo esto se verá cómo evoluciona en los próximos años, especialmente con la inclusión del 5G con el que estas redes de big data podrán transferir todas esa información de manera casi instantánea por todo el mundo. Y tú, ¿qué opinas del big data?